WASHINGTON – Aunque empequeñecido por los movimientos de migrantes de Centro o Sudamérica y el Caribe, el número de africanos que transitan por las Américas con la esperanza de solicitar asilo en los Estados Unido está creciendo. Esto es parte de una tendencia más amplia y emergente de extranjeros originarios de regiones más allá de América Latina, como el Caribe y Asia, que transitan por Centro y Sudamérica para llegar a la frontera estadounidense.
Africanos de 35 nacionalidades fueron interceptados por las autoridades estadounidenses en el año fiscal 2019, y nacionales de Camerún, la República Democrática del Congo, Eritrea, Ghana y Somalia son los que las autoridades de Estados Unidos y México encontraron con mayor frecuencia en los últimos años. A la vez que este pequeño pero creciente flujo migratorio ha estado aumentando desde 2013, el número de migrantes africanos interceptados en Europa ha ido disminuyendo, debido a que la Unión Europea y sus estados miembros han endurecido sus fronteras.
Un nuevo informe del Instituto de Política Migratoria (MPI), Migración africana a través del continente americano: impulsores, rutas y respuestas normativas, examina los factores que contribuyen al crecimiento de la migración africana y cómo las políticas de los países de tránsito han influido las trayectorias de estos viajes migratorios. A pesar de que el COVID-19 detuvo brevemente este movimiento, las investigadoras Caitlyn Yates y Jessica Bolter proponen que es probable que la migración africana a través de las Américas, que generalmente comienza en Brasil o Ecuador, continúe creciendo, especialmente mientras las rutas a Europa se vuelven más inaccesibles y las redes comunitarias en los Estados Unidos continúan a expandirse.
Debido a que se trata de un fenómeno pequeño y reciente, la mayoría de los países latinoamericanos no priorizan a los africanos en sus políticas de gestión migratoria y sus respuestas generalmente se limitan a facilitar el tránsito hacia el norte y, en raras ocasiones dada la capacidad limitada, imponer restricciones. Los africanos raramente reciben acceso al asentamiento permanente a través de la protección humanitaria u otros estatutos legales, y muchos enfrentan desafíos únicos a lo largo de su viaje, incluyendo la discriminación racial y barreras lingüísticas.
Para apoyar a esta población, así como a las capacidades de gestión migratoria de los países de tránsito y destino, el informe recomienda que:
“Si bien la migración africana a través del continente americano ha sido pasada por alto hasta la fecha, es probable que sea duradera, por lo que los países de la región deberán adoptar un enfoque equilibrado para gestionarla mediante una combinación de facilitación del tránsito, mecanismos de seguridad y vías para acceder a la protección humanitaria y otros estatutos legales, al mismo tiempo que se protegen los derechos de los migrantes,” escriben los autores.
Puede leer el informe aquí: www.migrationpolicy.org/research/migracion-africana-continente-americano.
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El Instituto de Política Migratoria es un grupo de expertos independiente, no partidista y sin fines de lucro en Washington, D.C. dedicado al análisis del movimiento de personas en todo el mundo. MPI proporciona análisis, desarrollo y evaluación de políticas de migración y refugiados a nivel local, nacional e internacional.