En años recientes, un flujo de estadounidenses que aumenta continuamente se ha estado dirigiendo a América Latina, especialmente para su jubilación. A medida de que la generación del “baby boom” envejece, se espera que ese flujo gane velocidad. Los costos médicos que están incrementando, la capacidad cada vez menor de depender en el Seguro Social y las pensiones, y una tecnología de comunicaciones y transporte menos costosa apoyan esta corriente migratoria.